Una amiga que hace yoga me ha dicho que hace unos días en su clase, entró en una especie de "trance" y por unos minutos dejó de sentir el peso de su cuerpo. En el fondo igual a todo el mundo nos vendría bien dejar de llevarnos un rato, a veces nosotros somos la carga más pesada que tenemos que soportar. Otros días aprovechas las horas como es debido y te sientes ligero cual pluma, quizá esté ahí la clave...
También me gusta eso de dejar que los pensamientos fluyan sin retenerlos, porque a mí no me sale nada bien, siempre me engancho en alguno. Claro que igual es por los rizos.