martes, abril 04, 2006

Ayer tocó día de limpieza en mi habitación. Papeles, libros, mil potras varias y otras tantas sin interés se me estaban comiendo y no me dejaban ni pensar. Llega un momento en que todas esas cosas estorban tanto que no puede ser. Los recuerdos que vas sacando durante días, o quizá meses, no te dejan respirar. Un momento en el que hay que volver a guardarlo todo, poner orden, limpiar el polvo que huele a otras épocas, a recuerdo, cambiar la dirección de tu mirada, de atrás hacia delante, y seguir, seguir acumulando, porque en el fondo una es adicta a la nostalgia que produce el hecho de recordar. Como dice Candela Peña en Princesas, tener nostalgia significa que te han pasado cosas buenas que poder recordar.
En cada limpieza hay que acabar tirando algo porque si no fuera así, ¿cuánto espacio necesitaríamos para guardar lo que se acumula a lo largo de una vida? Hay un tipo de trastorno obsesivo-complusivo que padecen las personas que no son capaces de tirar nada, pero nada, nada de lo que va cayendo en sus manos con el paso del tiempo. Les resulta muy difícil decidir qué tirar y qué quedarse, les produce ansiedad que algún día necesiten, pero no tengan disponible, algo de lo que se han deshecho. Y así, sus casas dejan de ser casas para convertirse en trasteros. Yo tengo tendencia a la acumulación de cosas absurdas, a los ojos de los demás, no por miedo a necesitarlas en un futuro, pero sí por miedo a que, al no volverlas a ver, se borren de mi memoria los recuerdos que tengo asociados a esos objetopapelitopotraoloquesea.
Por que en el fondo, ¿qué somos sin esas cosas que nos hacen recordar? Yo, al menos, poca cosa. Mi memoria es frágil y necesita continuas señales que evoquen recuerdos, puras asociaciones. Intento que antes de tirar algo haya pasado el suficiente tiempo para que ese estímulo deje una huella profunda en mi memoria y que reaparezca de vez en cuando por sí mismo.
Y luego hay otras cosas que no puedes tocar, que tienen que seguir ahí, más o menos a la vista, como una página de un libro que te gusta mucho que no quieres pasar. No quieres guardarlas, mucho menos tirarlas, no pueden ser un recuerdo porque aún forman parte del hoy, aunque no deberían...en fin, caprichos de la memoria. Esas para la próxima limpieza...quizá.

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

sencillamente genial, gracias por recordar a los demas que tenemos que hacer limpieza de habitación!!.....
¿Será que tenemos miedo a deshacernos de esos recuerdos?? ¿tendré una habitación-trastero.....?
Ya lo haré....
besos, busfbuss

7:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me parece que a mi me pasa todo lo contrario. Tiendo a no guardar nada que no sea necesario, paradójicamente, por la misma razón que tu las guardas, por mi frágil memoria. Después de tener que hacer varias mudanzas de piso en el espacio de pocos años, observé que muchas de las cosas que tenía guardadas no recordaba tenerlas, así que al final empecé a no acumularlas para que en la siguiente mudanza no tuviera que volver a meterlas en una caja de cartón :-)

8:12 p. m.  
Blogger Mirty said...

Busfbuss!!Jajaja, este blog es como una palm que recuerda tareas...Sin duda es un tipo más de miedo. Toc, toc. Besos mil!

Rachman...si yo me hubiera mudado alguna vez seguramente habría hecho más de una limpieza mental ;)

9:20 p. m.  
Blogger Txe Peligro said...

la vida son las cosas: busca en la basura

12:56 p. m.  
Blogger Mirty said...

Mierda...sabía yo que no tenía que tirar ese montón de recortes de la SuperPop de cuando era fanática de Take That...

3:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me ha encantado el día de la limpieza. Creo que hay cosas que nos deberíamos olvidar pero nos resulta imposible tirarlas a la basura.

A mi también me gusta tener recuerdos tristes, así valoro más los felices, no te pasa? Menos mal que dicen que la memoria es selectiva.

El finde se me ha hecho corto, volvere pronto!!

Soy tu fan numero 1, me encanta el blog, no lo abandomes plese!!

un beso enorme from balmes

5:16 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home

Free Website Counter
Counter