miércoles, julio 05, 2006

Este finde he estado de boda. La primera boda de una amiga de las de hace mil años. Así es, con 23 años y ya ha dado el primer paso para formar una familia, dan escalofríos no? Fue muy divertido, bastante intenso, con un poquito de todo. Nos toco en una mesa de 17 personas que nunca nos habíamos juntado a la vez a pesar de conocernos desde hace tanto. Así que ya he descubierto el único motivo por el que organizaría una boda y sería ese, porque para ninguna otra celebración la gente mueve tanto el culo como para una boda (salvo para los funerales, pero no cuentan como celebración). Probablemente esa pareja nunca más reuna a gente tan dispar que les quieren y a quienes quieren, eso es chulo. Y cuando mejor me lo estaba pasando, un vídeo ñoño desencadenó una reacción en mí desconocida: el llanto descontrolado. Una hora y media me pegué llorando a lágrima viva contagiando también a algunos compañeros de mesa. De repente eso se convirtió en un mar de lágrimas intercalado, por suerte, con ataques de risa igual de absurdos. Y me sorprendió porque yo no suelo ser demasiado emotiva, incluso a veces puedo parecer un poco fría, y en muy contadas ocasiones me da por llorar, muchísimo menos en una situación como esa con tanta gente. Estos días, pensando en esa reacción exagerada pero incontrolable, intentaba buscarle un motivo ya que ni ese vídeo sentimentaloide ni la boda en sí misma daban para tanto. Y he llegado a la conclusión de que estaba impresionada, fue como si de repente fuera consciente del paso del tiempo, de lo "mayores" que nos vamos haciendo, de los cambios que se avecinan... Impresionada también de que alguien tan joven como mi amiga tenga las cosas tan claras cuando yo nado en mares de inseguridad y en continua transición. Claro está que cada uno quiere una cosa, marca sus objetivos y si es capaz de conseguirlos con tanta firmeza no queda más que quitarse el sombrero ante semejante éxito, pero no por eso deja de asombrarme. En fin, espero no reaccionar de la misma manera siempre que algo me sorprenda, en caso contrario, si alguna vez os encontrais una llorona compulsiva sin motivo aparente quizá sea yo intentando asimilar alguna novedad...

3 Comments:

Blogger Rodrigo said...

Jo... pensaba que no llorabas con tanta facilidad...

8:45 a. m.  
Blogger Rodrigo said...

Es curioso, yo nunca pensé en mi vida que se avecinaban cambios. Quizás por eso, mi vida ha cambiado tan poco. La vida no te cambia de la noche a la mañana, eres tú el que cambias tu vida, si no lo haces tu vida no cambia sola.

10:44 p. m.  
Blogger Centro Picasso Vilnius said...

23 y casada?? q fuerte... yo soy más de las tuyas, soltera y entera. me encanta tu blog. seguiré pendiente ;)

5:56 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home

Free Website Counter
Counter